Clase G. El todoterreno.

El todoterreno eterno.

Capacidad ascensional
hasta 100%
Profundidad de vadeo máxima
70 cm
Inclinación lateral máxima
hasta 70%

Han pasado ya unos 40 años desde la creación del singular ADN del Clase G. Algunos elementos emblemáticos, que asumían y siguen asumiendo determinadas funciones, confieren al Clase G su distinguida apariencia. Características que también encontramos en el nuevo Clase G: la llamativa manilla de las puertas y el sonido característico al cerrarlas, el robusto listón protector exterior, la rueda de repuesto en la puerta posterior, el diseño extravagante de los intermitentes y el asidero para el acompañante, imprescindible al circular fuera del asfalto. Estos detalles singulares son los que confieren al todoterreno su aspecto inimitable en combinación con su angulosa silueta. Los que certifican la autenticidad del Clase G.

Seguridad ejemplar con sistemas Mercedes-Benz Intelligent Drive.

Tu Clase G te facilita la conducción, especialmente en situaciones de estrés como las horas punta, durante viajes nocturnos o al circular por carreteras desconocidas. Esto se debe a Mercedes-Benz Intelligent Drive, un concepto que hace cualquier desplazamiento en un Mercedes-Benz más seguro y lo convierte en una vivencia muy especial.

detector activo de cambio de carril
paquete de aparcamiento con cámara de 360°
MULTIBEAM LED
paquete de asistencia

Confort

Paquete de asientos multicontorno activos
Control de confort ENERGIZING
9G-TRONIC
Tren de rodaje con amortiguación adaptativa regulable

Artesanía.

La diversidad de modelos del todoterreno exige hasta nuestros días procesos de fabricación manual. Numerosos detalles del nuevo Clase G en el interior y en el exterior se realizan a mano y con gran esmero en el obrador artesanal.

Diseño, se mantiene la esencia cambiando sólo si es para mejorar.

Forma parte del ADN del Clase G, el asidero para el acompañante, al igual que la rueda de repuesto, las manillas de las puertas y los intermitentes. Estos emblemáticos elementos describen desde hace decenios la apariencia distintiva del Clase G. También permanece invariada la central de mando para una movilidad sin límites en terrenos sin compactar: las llamativas teclas que activan los tres bloqueos de diferencial.

Pero, al mismo tiempo, ha cambiado mucho. El diseño interior completamente reestilizado alcanza un nuevo nivel, el máximo. Los rasgos formales y el canon de dimensiones del habitáculo no permiten albergar duda alguna: estamos ante un todoterreno digno de la sigla G, dominante, anguloso, emblemático.

La conducción campo a través supone un reto enorme para cualquier vehículo. Es una cuestión de carácter. Y el carácter se sustenta en una base fiable. En el caso del Clase G, este fundamento ha sido siempre el robusto bastidor de travesaños. El nuevo Clase G es tan potente como siempre, pero solo hace uso de su enorme fuerza ahí donde es necesario. Fuera del asfalto pueden darse situaciones en las que solo una rueda tiene suficiente adherencia al piso. En esos casos, los tres bloqueos en el diferencial central, el diferencial delantero y el diferencial trasero se encargan de canalizar y concentrar el par de propulsión. La interacción del cambio con la desmultiplicación para todo terreno hace posible adaptar la gama de marchas al conducir fuera del asfalto y al ascender pendientes extremas.

El tren de rodaje con amortiguación adaptativa regulable mejora el confort y la sensación de conducción, tanto en carretera como fuera del asfalto.

Con la nueva dirección directa, el conductor experimenta una desmultiplicación mucho más directa de la dirección.

También han mejorado claramente la maniobrabilidad y la agilidad ya buenas, del vehículo. La nueva suspensión independiente mejora las prestaciones en carretera. Entre otras propiedades, el nuevo Clase G permite en todo momento un control preciso y un guiado exacto de las ruedas.